Breve Biografia de la accion de armas que dio origen al nombre del Batallon Zepita

La batalla de “ZEPITA” se libro el 25 de Agosto de 1823 durante la guerra de la independencia, recibiendo el Batallón No 4 de línea, la denominación de Batallón “ZEPITA” en 1827, ejerciendo el poder el Gral Santa Cruz, en ausencia del Gral la Mar, tuvo la ocasión de poner en vigencia su decreto de Zepita, dando este nombre al antiguo Batallón N º 4 de infantería de línea. Hoy se ha dado este nombre consagrando por la historia al Batallón de Infantería Motorizado Nº 7 según decreto del 19 de setiembre de 1949, que reorganizó el orden de batalla de las unidades de infantería.


SÍNTESIS CRONOLÓGICO DE LAS ACCIONES DE ARMAS EN QUE INTERVINO LA UNIDAD

a.-Guerra de la Independencia

Como reacción ante los fracasos de Tarata y Moquegüa, el Gobierno de Riva Agüero, no bien se instaló en el poder, preparó una nueva expedición Militar a puertos intermedios, destinada a ocupar las provincias del alto Perú (Hoy Bolivia), para darse la mano con las tropas auxiliares de Chile y con el Ejército Colombiano del General Sucre, destruir los elementos Realistas que permanecían en dicha zona.

Al frente de la expedición se puso al General Santa Cruz vencedor de Pichincha, llevando como Jefe de Estado Mayor al General Gamarra.

Las tropas expedicionarias eran en su totalidad Peruanas y algunas Argentinas, como los Batallones 2 y 4 que habían hecho la campaña de Quito, marca asimismo el 1ro de Legión Peruana, de la cual estaba al mando el Coronel Cerdeña; el número 1 de Elespuru; el 2 de Garzón; el 3 de Pardo de Zela; el 4 de Castro; el 6 de Marqués de San Miguel; los Húsares de la Legión de Brandzen, y los Lanceros del Perú, de Plasencia, más una pequeña Brigada de Artillería. El efectivo no pasaba de 4,000 hombres. La campaña duró solo 4 meses y no alcanzó ninguno de sus objetivos Militares. Las tropas de Chile no llegaron; las de Sucre, Operaron con lentitud, y no llegaron a Desaguadero.

Una serie de factores negativos frustro el propósito de la expedición, a parte de errores cometidos por el Comando patriótico, como él haber dividido en dos al Ejército.

Las tropas independientes desembarcaron en Arica, de donde pasaron a Tacna, en los Primeros días de Junio. De este lugar salió Gamarra sobre Viacha y Oruro el 18 de Julio, mientras Santa Cruz lo hacia de Moquegüa a Desaguadero el día 23. Aquí se impuso de que el General Valdés se aproximara con una División proveniente de Puno, y se propuso atacarlo antes de que pudiera recibir refuerzo del Cuzco.

La Batalla de Zepita se libro el 25 de Agosto de 1823. Durante la guerra de la Independencia. El Realista Valdés ocupaba las alturas que dominan dicho pueblo, fuertemente atrincherado. Santa Cruz extendió su línea en el llano con los Batallones Legión, Cazadores el N° 2 (Pichincha) quedando de Reserva el N° 4. Los Españoles que obtuvieron una ventaja al comenzar la lucha, descendieron al llano donde fueron acuchillados por los Húsares del Perú.

Dos cargas brillantes dirigidas por Brandzen decidieron la Batalla, obligando a los Realistas a volver a sus emplazamientos primitivos.

Aún cuando los Generales y los Historiadores Españoles han negado que Zepita fuera un éxito de los Patriotas, lo evidente es que Santa Cruz quedó dueño del campo hasta el día siguiente en que decretó recompensas para los vencedores.

Los Húsares recibieron la denominación de Húsares de Zepita y el 4 de Línea el de Batallón Zepita, disposiciones que no alcanzaron a cumplirse por el giro desfavorable de la Guerra.

El 28 de Agosto llegó a Pomata el Virrey la Serna con una División de refuerzo y juntamente con Valdés se movió sobre los Independientes. Santa Cruz optó retirarse buscando el apoyo de Gamarra, a quién alcanzó en Panduro, el 08 de Setiembre.

Los Jefes Patriotas no pudieron impedir la concentración de todas las Fuerzas Españolas en Sorosora, bajo el mando unificado de la Serna; y aunque buscaron la Batalla en el Campo de Sepulturas, concluyeron por retirarse sobre la costa.

A partir de Pomata, comienza la desmoralización en las filas Patrióticas, solo llegaron 800 hombres a Moquegüa. La Caballería, que llego intacta a Ilo, perdió 2 Escuadrones, el 2º y el 3º mandados por Soulanges y Aramburu, al Naufragar la Fragata Mackenna en que se embarcaron rumbo al Callao, por su parte el General Sucre, cuando conoció el fin de la campaña, emprendió el regreso a Lima, no sin combatir en Arequipa con la Caballería Española.

Los realistas dieron el nombre de campaña del Talón a estas Operaciones Militares, aludiendo a que se emplearon mas los pies que las armas de lado de los Independientes.

En 1827, ejerciendo el poder el General Santa Cruz, en ausencia de la Mar, tuvo ocasión de poner en vigencia su decreto de Zepita, dando este nombre al antiguo batallón número 4 de Infantería de línea. Este cuerpo, como los números 1,2 y 3, fueron formados por orden de San martín a fines de 1821 y comienzo de 1822. El primero se transformo en el de Ayacucho en 1825; el segundo, había recibido el nombre de Vencedor de Pichincha, por su concurrencia a esta jornada; el tercero se llamaría Callao, al capitular al Real Felipe; y el cuarto se convirtió en Zepita, como ya hemos dicho.

El uniforme del batallón Zepita número 4, en 1827, era el siguiente: Casco Barras y Portazuela en la bocamanga azul turquí, cuello y bota celeste con vivos grana y marrón de zuela de parada, el mismo uniforme con pantalón blanco sobre el botín.

Los primeros jefes que tuvo esta unidad. Entre 1827 y 1828, fueron los Tenientes Coroneles Pedro Torres y Mariano Guillen.


b.-Guerra de la República.

El ZEPITA hizo su primera campaña Militar en 1828, al invadir Gamarra el territorio Boliviano para terminar con la influencia Boliviana en el Altiplano. Las tropas de Perú cruzaron el desaguadero el 1º de Mayo, llegando hasta Cochabamba y Chuquisaca.

(1) Bolivia Hallándose en Oruro, este cuerpo fue atacado por Tropas Bolivianas al mando del General Brow, pero logro reunirse con el Grueso del Ejercito Peruano “sin perder un solo hombre”.(Boletín Nº5 del ejercito del Perú, Potosí, 1828).

La campaña terminó con el tratado de Piquiza el 6 de Julio, los colombianos desocuparon Bolivia y Gamarra a su vez repaso el Desaguadero con el Ejercito del Perú. (2) La Gran Colombia Un año mas tarde estas mismas tropas participaron en la campaña del norte de la Gran Colombia, Los 2 Batallones del Zepita Nº 4, con la División del Sur, llegaron a Lima el 20 de Diciembre y prosiguiendo inmediatamente hacia la frontera para incorporarse al Ejercito de la Mar, que ya había pasado el Macara.

Ambas Divisiones se unieron en Loja a mediados de Enero de 1829 reorganizando aquí el Ejercito Peruano, al batallón Zepita, con el Pichincha, paso a formar la segunda División al mando del General Cerdeña.

La Mar avanzo sobre cuenca resuelto a luchar con las tropas Colombianas de Sucre, Guayaquil había sido ocupado por los peruanos el 1º de Febrero, después de intensos bombardeos de la escuadra de Guisa, quien cayo heroicamente frente a dicha Plaza.

El 26 de Febrero todo el Ejercito Peruano, estaba en Jirón y en la tarde de este mismo día, la 1ª División del General Plaza tomaba emplazamiento en el porte, no lejos de las Fuerzas Colombianas.

El 27 los Colombianos atacan el portete. La primera División de Plaza resistió la acometida de gran parte del Ejercito de Sucre, quedando sobre el campo de lucha mas de las dos terceras partes de los cuerpos Peruanos.

Cuando la 2ª División de Cerdeña llego al sitio del combate, ya el enemigo era dueño del terreno, al replegarse el Zepita y el Pichincha fueron cargados por el Escuadrón de Cerdeña, defendiéndose con sus bayonetas hasta que llega en su apoyo el regimiento de Húsares al mando de Nieto. Los Jinetes Colombianos fueron rechazados con la firma del Pacto de Jirón, el 28 de Febrero, terminó prácticamente la campaña del Norte. (3) La Confederación Entre los años de 1830 y 1835 el Batallón Zepita conservo el Nº 4 y tuvo como jefes a los Coroneles Francisco Alvariño y J.C. Torrico después el General y Jefe Supremo del Perú, mantúvose fiel a Orbegoso durante la

Revolución de Bermúdez, debiendo en parte a la actitud valerosa de este Batallón al mando del Comandante Salaverry, que las tropas orbegosístas pudieran salvarse en Huaracucho en 1835 el Zepita marcho al Sur para figurar junto con el Pichincha en la División Moran durante la campaña contra Salaverry en los Departamentos del Cuzco y Ayacucho, posteriormente se incorporo al Ejército de Santa Cruz combatiendo, todo el mes de Enero, a lo largo del Río Chile.

En la Batalla del Alto de la lucha, el 07 de Febrero de 1836, el Zepita, al mando del Comandante Herrera, formaba parte de la Primera División Boliviana; combatieron en la ala derecha de la línea Boliviana, siendo el único Batallón que resistió las repetidas de las arremetidas de la Caballería Salaverrina hasta quedar materialmente destrozado, Santa Cruz reorganizó esta Unidad, lo que permitió que el Zepita pudiera participar en la guerra de la confederación. (4) Guerras Internas y Guerra con España Sin embargo, no se halló en Yungay. Con la caída de Santa Cruz, desapareció el Zepita del Ejército Nacional, puesto que Gamarra no tuvo ningún intereses de reconstruir una Unidad cuyo nombre estaba íntimamente unida a la vida Militar del Ex–Protector de la confederación, solo en 1846 reaparece el Batallón Zepita durante el primer Gobierno el General Castilla. Se tomo como base a los granaderos de Tacna que se formó durante la revolución contra Vivanco, y que por decreto del 28 de Diciembre de ese año, cambió su nombre por Zepita N° 2. Después de la Batalla de la Palma, un decreto de Castilla, del 18 de Febrero de 1855, volvió a suprimir el Batallón Zepita N° 2, en vista de haber defendido el régimen echeniquista hasta dicha jornada.

Le tocó al General San Román, al asumir el mando de 1862, restablecer en nombre de Zepita mediante el decreto del 06 de Diciembre de ese año, decreto refrendado por su Ministro de Guerra General Frizancho. La denominación la recibió del Batallón Huancané N° 4, teniendo en cuenta, según dice dicho decreto, que, este nombre, como otros, que fueron también suprimidos por San Román “carecían de significación Histórica”.

Durante los acontecimientos políticos de 1865 tuvo el Batallón Zepita oportunidad de poner a prueba su disciplina y su lealtad al régimen legalmente constituido, asaltando el 08 de Mayo el Morro de Arica, ocupado por los Revolucionarios. Quedó fuera de Combate la Cuarta parte del Batallón. Al año siguiente, el Zepita concurrió al combate del 02 de Mayo contra la Escuadra Española, manteniéndose bajo el fuego enemigo en el campamento de las Charapitas del Callao. El único cambió que experimentó esta Unidad en los años siguientes fue en cuanto al número en el orden en la Batalla. Pues se le dio el 3 en 1872. En 1876 y al mando del Coronel Cáceres, recibió la misión de reconocer el valle de Chanchamayo. De aquí pasó al Sur para debelar el movimiento de Piérola. Su comportamiento fue valeroso en el desfiladero Chuculay, el 07 de Diciembre. (5) Guerra con Chile El Batallón Zepita hallándose en la Ciudad del Cuzco al mando del Coronel Cáceres, al romperse las hostilidades en 1879, llevaba el N° 2, y como parte de la “División del Coronel Suárez, llegó a Iquique el 25 de Marzo, con 618 plazas”.

Esta Unidad recibió el encargo de conducir la Bandera del convictorio de San Carlos, de la Universidad de San Marcos, al cuidado de los Estudiantes Torres Paz, Lecca y Bedoya la que sirvió de Estandarte al Zepita en el curso de toda la Campaña del Sur.

El detalle de la Campaña de Tarapacá es sobradamente conocida para que intentemos reseñarla. Después de Pisagua (02 de Nov) el ejército de Buendía se movió hacia el Norte buscando su unión con el Ejército Boliviano al que pensaba encontrar en Agua Santa, sabemos que de caza defeccionó al enemigo, y que desde Camarones, se retiró a Bolivia, abandonando a sus aliados.

El 19 de Noviembre de 1879, las tropas Peruanas, que marchaban hacia el norte por la ruta Chinchiquira, encontraron al Ejército Chileno dueña de las alturas de San Francisco, donde se habían atrincherado, con abundante artillería. El Batallón Zepita, con el 2 de Mayo, formaba la 2ª División del Coronel Cáceres, como tropas de reserva, pero, empeñado al combate, estos cuerpos hubieron de plegarse a la lucha hasta el momento en que por el desorden que se produjo se acordó la retirada de Tarapacá.

Su actuación el 27 de Noviembre en Tarapacá fue realmente notable, lo mismo que la del Regimiento el 2 de Mayo, puesto que fueron las tropas que se lanzaron a la lucha no bien fueron avistados los Chilenos, conducidas por el Coronel Cáceres. La Segunda División escaló las alturas ocupadas por enemigo, al que desalojaron a punta de bayoneta.

“Llegaba a la altura dice el parte Peruano, la 2ª División emprendió uno de esos ataques que todo lo arrolla” y que tiene en su impetuosidad y arrojo la mejor garantía del éxito.

El Zepita tomó cuatro cañones con sus municiones, al paso que el 02 de Mayo “Digno émulo de su decisión y de su gloria”, se apoderaba de otros dos. El Zepita dice el mismo documento, rompió los fuegos a poca distancia del enemigo, lanzándose seguidamente a la carga con bayoneta, haciendo retroceder al adversario y tomándose los cuatro cañones, que a la derecha vomitaban metralla. Reforzado por el 02 de Mayo continuó la ofensiva rompiendo la línea y haciéndola girar hasta dar frente a Quillahuasi, es decir, a donde habían tenido la espalda al comenzar el combate”.

El Zepita perdió a su primer Jefe, el Comandante Zubiaga, la llegada de refuerzos en apoyo a Santa Cruz, y la falta de reservas del lado Peruano, paralizó el ataque de Cáceres hasta que llegó la División Ugarte y la de Ríos, con las que fue posible rechazar por completo al enemigo, que fue perseguido a la bayoneta algunos kilómetros por la Pampa de Isluga.

Después de esta Batalla, el Zepita fue reconstruido con los restos del 02 de Mayo; y siguió a Arica, a donde el Ejército de Buendía llegó el 18 de Diciembre.

En la campaña de Tacna, primeros meses del año de 1880, el Batallón Zepita y los cazadores del Misti formaron la 2ª División del Ejército del Sur a las ordenes del Coronel Cáceres, en la jornada del Alto de la Alianza (26 de Mayo) ocupó a la izquierda que estaba a cargo del Coronel Boliviano Camacho, fue este el punto por donde atacaron los Chilenos y donde la lucha más violenta cayó el portaestandarte del Zepita, Sub Teniente Padilla. Cáceres ordenó que recogieran la Bandera y la entregó a otro de sus ayudantes el Teniente Castellanos cítese del hecho del que la tropa del Zepita, que hizo frente al regimiento Chileno Atacama, llegó a internarse entre las filas enemigas. Con el mismo denuedo combatieron las otras Unidades del Ejército Aliado, y por ello el General Baquedano dijo después de la Batalla “Han Peleado los enemigos con un sostenido valor y jamás fueron desalojados de sus trincheras”. El Zepita perdió a su primer Jefe el Coronel Llosa. Los dispersos del Alto de la Alianza siguieron a Tarata y luego a Puno.

El Batallón Zepita reaparece en la Campaña de Lima, en Enero de 1881 el N° 29 al mando del Coronel Recavarren, el héroe de Pisagua pertenecía al segundo cuerpo del Ejército, del Coronel Suarez, dejado de reserva a retaguardia del sector de San Juan. Rota la línea Peruana en San Juan y replegadas nuestras tropas sobre el Morro Solar, se reanudó la lucha a las 08 del día.

En apoyo del Coronel Iglesias, marchó el Batallón Zepita, de la División Suarez, uno de los pocos cuerpos que habían logrado mantenerse intactos, el Zepita dice el General Silva, entró por la calle Lima dirigiéndolo el arrojado Coronel Isaac Recavarren, y aunque acometido por varios puntos, peleó con decisión hasta quedar completamente destruido. Apoyándolo el Ancash N° 25, que también experimentó como el Jauja N° 25 grandes perdidas, y sin haber conseguido desalojar al invasor.

En 1881, a fines de este año, reaparece el Batallón Zepita reorganizado por el General Cáceres para la campaña de la Breña, como los demás cuerpos del Ejército del Centro, disponían de pocas plazas, en su mayoría reclutas aunque animados de un firme propósito de combatir contra el invasor. Su bautismo de fuego lo recibió en Pucará, el 05 de Febrero de 1822, cuando una Cía del Batallón Zepita, conducida personalmente por Cáceres, protegió la retirada del Ejército Peruano hacia Marcavalle. “A pesar de la lluvia y de las bombas de la Artillería Chilena”. (Seone biografías). Esa campaña la cuarta, estaba al mando de Capitán Rodríguez.

A cada tiro de cañón Chileno, dice el parte Peruano, la tropa contestaba con un “Viva el Perú”. La resistencia la hizo el Zepita con parte del Batallón Tarapacá.

El 09 de Julio, al abrir el General Cáceres la ofensiva sobre las de Canto, el Batallón Zepita combatió en Marcavalle y en el segundo Pucará, batiendo completamente al enemigo.

Estos fracasos determinaron la retirada a Lima de la Tropas chilenas quedando el General Cáceres dueño de la Región del Centro.

La campaña adquirió mayor violencia al salir de Lima nuevas expediciones militares chilenas en persecución del Ejército Peruano.

Cáceres se retiro de Tarma al Cerro de Pasco, de donde siguió al Callejón Huaylas, perseguido de cerca por dos fuertes Divisiones enemigas. Cruzó la Cordillera Blanca por el elevado paso de LLanganuco en una marcha que hace honor al Ejército Peruano.

Las tropas Peruanas se embarcaron en Pomabamba y el 07 de Julio llegaron frente a la ciudad de Huamachuco, Localidad que estaba en poder de la División Gorostiaga.

Al Batallón Zepita le correspondió iniciar la lucha el 08 cuando una compañía de este cuerpo, al mando del General Silva, atacó la Ciudad de Huamachuco apoderándose de la caballada y del equipo de los Chilenos.

Esta Tropa permaneció en Huamachuco hasta las 06 de la tarde, sufriendo los fuegos de la Artillería contraria.

En la mañana del 10, cuando la batalla era inminente, el Batallón Zepita ocupó el ala izquierda del Ejército Peruano frente a los atrincheramiento chilenos del Cerro Sazón. Los chilenos descendieron a la Pampa, donde el choque fue encarnizado. El Zepita, al mando del Coronel Borgoño, rechazó a las fuerzas enemigas que tenía a frente, obligándolos a replegarse a sus primitivos emplazamientos. “No parecían hombres sino fieras aquellos soldados que lo arrollaban todo, y que, siguiendo la dirección marcada por el acorde de jefes valerosos, llegaron a pronunciar la derrota en el campo de los chilenos, una inspiración sublime lanzaba a la altura.

No tenían sino las municiones precisas para un ataque vigoroso. Soldados peruanos hubo que agotadas sus cápsulas, avanzaban como locos sobre las peñas registrando a los muertos, en sus cananas, y respondiendo al fuego enemigo con alarido, los chilenos abandonaron el Cerro tomando el camino de Cajabamba pero en esos momentos faltaron municiones para mantener el ritmo del asalto, y sin bayonetas para resistir al enemigo, se produjo el desorden y luego el desbande”.

Dos años después, ya restablecida la paz, se procedió a reorganizar el Ejército permanente del Perú, sobre la base de los cuerpos que el General Cáceres logra levantar en el Sur en su lucha con Iglesias. Por Decreto del 29 de Diciembre de 1825 volvió a crearse el Batallón Zepita con el N° 1, y así subsistió hasta que la reforma introducida por la misión Militar Francesa suprimió las denominaciones tradicionales en el ejército de la república.

Hoy se ha dado este nombre consagrado por la historia al Batallón de Infantería N° 7, según decreto de 19 de Setiembre de 1949.

El campamento BASILIO CORTEGANA VERGARA lleva este nombre en honor al héroe Celendino quien lucho en España contra NAPOLEÓN en SARAGURO, a su retorno al país lucho en Trujillo por la independencia de esta Ciudad antes del 28 de julio de 1821, luego se incorpora al ejercito del Gral San Martín en la legión peruana de la guardia, también lucho en las campañas de TARAPACÁ y ZEPITA, participo también con ímpetu y patriotismo en JUNÍN y AYACUCHO con el grado de Capitán, bajo las ordenes de La Mar quiebra la estrategia de VALDEZ, lo cual favoreció el triunfo en AYACUCHO, participo también en la rendición de los castillos del REAL FELIPE en el Callao. En 1833 cae prisionero junto a Saleverry por insurrección contra Gamarra siendo expulsado a Maynas donde permaneció por 5 años retornando con el grado de Tte Crl para participar en la Confederación Perú Boliviana (1836-1839) primero al lado de Andrés de Santa Cruz y luego como Comando del REGIMIENTO “DRAGONES DE CELENDIN” apoyo también a Ramón Castilla con toda entereza. En 1841 participo en la campaña de restauración destinado a la frontera boliviana donde es calumniado y procesado, obligándolo a protestar con energía a nivel nacional. Participo en el combate del Dos de Mayo, en 1848 es elegido primer diputado por CELENDIN. en 1850 gestiona para que Celendín adquiera el grado de provincia por lo que es apodado como el diputado provicionalista, fundo la Sociedad Humanitaria a favor de los abandonados guerreros libertadores que hasta hoy subsiste con el nombre de “SOCIEDAD FUNDADORES DE LA INDEPENDENCIA”.